Así será

Olvidé cómo se empieza y cómo se termina
Olvidé cuál es la entrada y cuál es la salida.

Las palabras se esconden dentro de mis dedos.
Olvidé escribir ayuda por miedo a revivir recuerdos.

Enterré todo el dolor bajo mi piel,
y esperé que así pudiese desaparecer.

Lágrimas llenaron mi rostro de desiertos
¿Cómo vivir si no eres tú quien me cocina los sueños?

Ahí entendí que solo te puedo encontrar,
cuando me quito el disfraz y me muestro real.

Las mentiras no conjugan con tu nombre.
No temes a mis dudas ni lamentos,
solo quieres un corazón sincero.

Los imposibles son tus favoritos,
llamas real a algo que nunca nadie ha visto.

Lo conoces todo y aun así quieres que te cuente
porque tú me quieres cuando yo no logro quererme.

No importa dónde me esconda,
siempre me encuentras.
Mis gritos mudos
no te molestan.

Y aunque existan días
en los que no quiera saber de ti
Mi corazón sabe que sin ti,
no puedo vivir.

Mi alma fracturada
aprende de ternura en tus manos
Mis pies desaprenden,
cuando están cerca de ti, ya no quieren huir.

Se cansaron de correr de un fin a otro.
Ya no escapan en círculos,
en ti encontraron un lugar seguro.

El silencio dejó de doler
cuando descubrí que es allí donde te encuentro.

Ya no temo a la oscuridad porque sé que tú me cuidas en todo momento.

En mis caídas,
tu amor corre deprisa.

Dibujas una sonrisa
donde la risa se había perdido de vista.

Despertarme ahora es diferente
cuando veo que es tu mañana la que viene a verme.

Pero hoy,
hoy, necesito una lluvia de recuerdos, un baño de verdad.
Necesito tu mano sosteniendo mi fragilidad.

Recuérdame una vez más
que tu promesa es real.

Que aunque no vea nada
tú ahí estás;
cambiando,

lo que tiene que cambiar
Sanando,
lo que tiene que sanar.

Recuérdame una vez más
que si lo dijiste,
Así será.

Así será

Olvidé cómo se empieza y cómo se termina
Olvidé cuál es la entrada y cuál es la salida.

Las palabras se esconden dentro de mis dedos.
Olvidé escribir ayuda por miedo a revivir recuerdos.

Enterré todo el dolor bajo mi piel,
y esperé que así pudiese desaparecer.

Lágrimas llenaron mi rostro de desiertos
¿Cómo vivir si no eres tú quien me cocina los sueños?

Ahí entendí que solo te puedo encontrar,
cuando me quito el disfraz y me muestro real.

Las mentiras no conjugan con tu nombre.
No temes a mis dudas ni lamentos,
solo quieres un corazón sincero.

Los imposibles son tus favoritos,
llamas real a algo que nunca nadie ha visto.

Lo conoces todo y aun así quieres que te cuente
porque tú me quieres cuando yo no logro quererme.

No importa dónde me esconda,
siempre me encuentras.
Mis gritos mudos
no te molestan.

Y aunque existan días
en los que no quiera saber de ti
Mi corazón sabe que sin ti,
no puedo vivir.

Mi alma fracturada
aprende de ternura en tus manos
Mis pies desaprenden,
cuando están cerca de ti, ya no quieren huir.

Se cansaron de correr de un fin a otro.
Ya no escapan en círculos,
en ti encontraron un lugar seguro.

El silencio dejó de doler
cuando descubrí que es allí donde te encuentro.

Ya no temo a la oscuridad porque sé que tú me cuidas en todo momento.

En mis caídas,
tu amor corre deprisa.

Dibujas una sonrisa
donde la risa se había perdido de vista.

Despertarme ahora es diferente
cuando veo que es tu mañana la que viene a verme.

Pero hoy,
hoy, necesito una lluvia de recuerdos, un baño de verdad.
Necesito tu mano sosteniendo mi fragilidad.

Recuérdame una vez más
que tu promesa es real.

Que aunque no vea nada
tú ahí estás;
cambiando,

lo que tiene que cambiar
Sanando,
lo que tiene que sanar.

Recuérdame una vez más
que si lo dijiste,
Así será.