Quietud

Ahí, en el silencio,
en espacio de reflexión.
Ese instante estático donde la consciencia y
existencia se encuentran.
Ahí, en el preciso punto donde uno se siente vivo y el tiempo parece dejar de caer.
Sentir(se)
El despertar de los sentidos,
de la vida misma.
La inmediatez ha desdibujado la belleza de la espera,
la magia y maravilla que esconde la paciencia.
Es curioso que el desarrollo a su vez provoque un retroceso humano.
Se desvanece discretamente el valor de la perseverancia y aprender a recibir en su tiempo,
Ese, el preciso y correcto.
Así, sin afanes y ansiedades, y tampoco preocupaciones.
En el ruido, donde se confunden las ilusiones y se es falsamente saciado con mentiras
de lo hecho a medias, la creación se encuentra
inventando explicaciones a su vida.
Esa que no terminaron de entender, y aun así, desesperadamente, le buscan, un sentido racional y claro.
Algo que, por supuesto,
no podemos entender los seres humanos.
Ahí, en la paz de la quietud.
En el silencio,
se esconde el secreto,
el de la vida.